La pérdida de la función productiva como resultado de una enfermedad o lesiones en el ganado presenta al menos dos opciones: envío a matadero o eutanasia. En general, el matadero se debe considerar para animales que no presentan dolor severo, que se pueden levantar y caminar por si solos, capaces de ser transportados, y sin enfermedades o tratamientos que puedan constituir un riesgo para la salud pública (residuo de medicamentos). La eutanasia es la opción apropiada cuando las condiciones antes mencionadas no se cumplen.
Cuando las condiciones ameritan la eutanasia, la siguiente consideración debe ser el método a utilizar. Hay esencialmente 2 métodos para una eutanasia humanitaria en circunstancias donde la supervisión veterinaria no esté disponible:
- Tiro de bala con arma de fuego del calibre adecuado y con bala de punta sólida, dirigida al sitio anatómico correcto
- Pistola de perno cautivo penetrante para inducir la pérdida inmediata de la conciencia seguido por uno o más de los siguientes procedimientos para asegurar la muerte del animal, incluyendo:
- Desangrado, el cual causa muerte por la pérdida del volumen sanguíneo
- el descerebrado por puntación (introducido por el orificio de entrada del proyectil) para aumentar la destrucción de tejido cerebral
- Inyección intravenosa de aproximadamente 120 ml de cloruro de potasio (KCl) lo cual resulta en paro cardiaco
La elección de una u otra técnica debe considerar la seguridad del operador, bienestar del animal, adecuada sujeción del animal para la aplicación apropiada del procedimiento, destreza del operador, costo, consideraciones sobre el desecho del cadáver, y posiblemente, la necesidad potencial de obtener tejido cerebral para propósitos de diagnóstico cuando se sospecha de Rabia.
El operador debe minimizar la angustia del animal. Si los animales están acostumbrados al contacto con humanos, la presencia de una persona conocida para el animal podría reducir su ansiedad. Por otro lado, para animales salvajes o no acostumbrados al contacto humano se debería considerar el uso de un arma de fuego con el menor contacto humano posible con el animal. Si el animal que va ser eutanizado es capaz de caminar o puede ser movido sin ocasionarle angustia, molestia o dolor, puede trasladarse a un área donde el cuerpo pueda ser accesible por el equipo para ser retirado fácilmente. Nunca se debe arrastrar un animal no ambulante antes de la eutanasia. En casos en que el trasladado del animal pueda causar angustia o sufrimiento, el animal deber ser eutanizado primero, y luego moverse al lugar deseado una vez que se ha confirmado su muerte.
Consideraciones Especiales para la Eutanasia de Toros
Los toros presentan un desafío particular debido a su tamaño, actitud y el grosor de su cráneo. Para una adecuada eutanasia de toros se requiere una pistola de perno cautivo penetrante de uso pesado, un arma de mayor calibre o escopeta de calibre mayor. Como se describió anteriormente, la seguridad del operador es de suma importancia. Ya que la aplicación ideal estos equipos requiere de un contacto cercano con el animal, se debe considerar un adecuado método de sujeción del animal. El operador debe reconocer que la sujeción del animal por si solo, causa angustia significativa. Al tener todo el equipo preparado antes de la sujeción del animal, uno puede limitar el estrés asociado a la sujeción.
Consideraciones de Personal
La consideración final es para la persona que lleva a cabo la eutanasia humanitaria. Es importante reconocer que es un procedimiento el cual no todas las personas están mental o emocionalmente preparadas. Esto es particularmente cierto si una persona está en una posición donde debe llevar a cabo este procedimiento en forma rutinaria. De hecho, algunas observaciones han demostrado que la exposición constante o participación rutinaria en la eutanasia de animales puede resultar en daño psicológico, llevando al operador a no estar satisfecho consigo mismo y a la tendencia a ser menos cuidadoso o insensible en la manipulación de los animales. Una estrategia para manejar este problema incluye el proporcionar un adiestramiento adecuado al personal, así la eutanasia puede ser aplicada de manera competente. Otra alternativa es cambiar de roles al operador encargado de la eutanasia, destinándolo de vez en cuando a otro tipo de responsabilidades cuando es aparente que la tarea está causando angustia emocional a la persona. La eutanasia, independientemente de las diferentes circunstancias, impacta el estado emocional de las personas.